miércoles, 4 de mayo de 2011

LA VISTA EN EL GATO


El sentido de la vista se desarrolla a través de un órgano muy especializado como es el ojo que es muy similar para todos los mamíferos.  La luz atravesará varias estructuras tras los parpados abiertos siguiendo por la cornea, el humor acuoso, el cristalino y el cuerpo vítreo.   Llegará finalmente a la retina a  los conos y bastones donde la reacción fotoquímica se transformará en un impulso nervioso que se trasladará a través del nervio óptico al cerebro donde se formará la imagen.

El gato puede ver bajo la luz más tenue, pues sus ojos están diseñados para aprovechar cualquier tipo de luz, de forma que puede ver en condiciones de gran oscuridad.   Esto es debido a los bastones que posee y a la capacidad de dilatar la pupila hasta tres veces más que las personas.  También se complementará al poseer en el fondo del ojo el tapetum lucidum que le permite aprovechar las situaciones de luz escasa y es la causante que le brillen los ojos en la oscuridad. 

La gran mayoría de los animales salvo algunos como los gatos tienen una visión peor que la del hombre.  El tener lo ojos en la parte delantera de la cara, igual que los humanos, le permite tener una visión binocular que le permite calcular mejor las distancias.  Es algo que podemos apreciar por ejemplo en su gran seguridad al calcular los saltos.

La percepción visual de los gatos no es muy buena a corta distancia siendo sus distancias de 3 a 6 metros.  A distancias mayores sufrirá una cierta miopía debido a las dimensiones de su globo ocular que no es esférico sino ovalado. 

Durante mucho tiempo se había pensado que los gatos solo veían en blanco y negro pero si se ha comprobado que distinguen los colores principalmente el azul y el verde.  También se ha comprobado que los gatos no muestran mucho interés hacia los colores llamándoles más la atención las formas. 

Su vista es la del cazador y posee un campo de visión mucho más amplio que el hombre, lo que le permite percibir el más ligero movimiento de sus presas.

Otra gran ventaja del gato en lo referente a la visión es su capacidad de cerrar la pupila en forma vertical ante una luz deslumbrante consiguiendo que el haz luminoso que penetra en el ojo sea mínimo.  Además puede realizar un cierre de los parpados unido al cierre vertical de la pupila consiguiendo un gran filtro solar, aunque en estas condiciones sólo será capar de apreciar imágenes borrosas. 
Otra peculiaridad del ojo felino es la existencia de una estructura llamada tercer párpado o membrana nictitante que protege al ojo de agresiones externas y aporta lágrima para la lubrificación del ojo.  Se encuentra situado en el ángulo interno del ojo por debajo de los parparos “normales”.   Es una membrana de tejido conjuntivo sin pelos y posee un cartílago en forma de T o de ancla.  Es esta membrana existe una glándula que produce la secreción lacrimal, pudiendo llegar al 40 % del total.  Además de su función protectora de agresiones externas aportará defensas y eliminará cuerpos extraños.

Cuando el ojo va a sufrir un traumatismo el gato contraerá los parpados superior e inferior y provocará que el tercer párpado se extienda como un limpiaparabrisas cubriendo casi totalmente el globo ocular.  El tercer parpado no tiene músculo propio por lo que dependerá del cierre de los otros parpados volviendo a su posición inicial al relajarse estos.

El gato suele parpadear muy poco entre una y cinco veces cada cinco minutos y es el tercer parpado el que lubrifica rápidamente el ojo produciendo abundante lagrima que nutrirá y limpiara el ojo fluyendo posteriormente por orificios de drenaje a las fosas nasales.

En ocasiones acuden algunos propietarios de gatos a nuestra clínica pensando que le ocurre algo a su mascota al verle el tercer parpado.  Si que nos tiene que alarmar si su presencia visible es constante pues nos puede indicar alguna lesión del ojo con inflamación, herida o úlcera o la presencia de cuerpos extraños o de dolor ocular por lo que deberemos acudir a su exploración por un veterinario.

Cuando nacen los gatitos son sordos y ciegos supliendo estas carencias con un excelente olfato.  Hacia los diez días de vida comenzará a abrir los ojos y a desarrollarse su sentido de la vista.  La época de comienzo a abrir los ojos está influencias por la genética, el sexo (las hembras son mas precoces), la edad de la madre (antes en los cachorros de madres jóvenes) la exposición a la luz (antes en ambientes oscuros) o incluso los estímulos del hombre.


A las tres semanas empiezan a tener cambios vasculares que producirán un repentino aumento de la capacidad visual. Algunos reflejos oculares como el palpebral (de los parpados) se producen incluso antes de abrir los ojos, desde los tres días de vida.  El control de las pupilas empieza a las veinticuatro horas de la apertura de los ojos y  tardará otros dos o tres días en controlarse de forma perfecta.  La percepción de la profundidad la desarrollan a las dos semanas de la apertura ocular y podemos decir que su visión es ya definitiva y binocular hacia los cuarenta y cinco días.  El color de los ojos comenzará a cambiar a partir de la tercera semana de vida. 


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