Si,
puede tenerlo y no es nada extraño ni se ha vuelto loco ni es un perro
“especial”, al igual que nosotros la vuelta a la rutina puede ser muy dura
después de días en los que los horarios son mucho más flexibles, los paseos más
largos y la compañía del dueño constante durante toda la jornada.
Muchas
veces dicen que los perros se parecen a los dueños y en esta ocasión puede ser
un ejemplo, las mascotas con la vuelta también se deprimen, se desajustan y se
ponen de mal humor. Ahora vamos a ver los problemas más frecuentes que suelen
ocurrir junto con sus soluciones.
- - Ansiedad por separación: al dejarlo solo en casa desarrolla conductas inapropiadas como lloros, ladridos o un afán destructor que antes no tenía. La solución ideal es haberlo sabido prever porque lo hacía de cachorro o los años anteriores también lo había hecho, pero acostumbrarle unos días antes de volver a la rutina hay que ir acostumbrando de forma progresiva a la soledad, yendo a los últimos paseos estivales solos, dejándole en casa. Si la conducta ya se ha llevado a cabo siempre ayuda enormemente el ejercicio, haciéndolo de forma inmediata antes de dejarle solo ayudara a que el animal se quede más relajado. Por último, si nada de esto funciona es aconsejable acudir al veterinario etólogo quien en nos puede ayudar de forma medicamentosa para los casos más graves.
- - Depresión: el animal deja de comer, se le ve más alicaído o triste, suele ser algo pasajero que se supera poco a poco por sí mismo con la ilusión de ver al dueño al regreso del trabajo diario, pero si esa conducta se prolonga en el tiempo hay que consultar con un profesional para descartar problemas orgánicos y una vez hecho añadir sorpresas al perro como visitas inesperadas, paseos extras aunque sean cortos en el tiempo, entretenimientos, comestibles de larga duración o juguetes nuevos…algo que incentive su movilidad.
- - Reclamo excesivo de atención: al estar nosotros en casa se comporta de forma obsesiva, estando siempre encima, muy pegado y no dejándonos a sol ni sombra. Para volver a acondicionarlo tenemos que solo darle atención en ciertos momentos, sitios o baja circunstancias determinadas que el sea capaz de entender, por ejemplo, en la terraza, en un lugar de la casa, en el jardín jugando con el…para que de esa manera vea que efectivamente seguirá disfrutando de nuestra compañía pero solo la conseguirá en ciertos momentos y lugares, logrando asi que cese su excesiva fijación por nosotros.
- - Cambios de hábitos higiénicos: el animal vuelve a orinar o defecar en casa. En principio puede ser normal si ha estado largo tiempo sin tener que controlar sus esfínteres y es mas frecuente en cachorros que hace poco que aprendieron o en animales mayores. La solución vuelve a ser la paciencia y el acostumbramiento progresivo a la nueva rutina, pero si se prolonga en el tiempo también conviene sobretodo en casos de animales mayores consultar con un veterinario en busca de problemas organicos. En esta ocasión también entramos a valorar lo que es una “venganza” del animal, que consiste en hacerlo a plena vista nuestra con el objetivo de llamar la atención o castigarnos, pues ahí debemos volver a educar como cuando era cachorro no cayendo en la provocación si es que podemos llamarlo así.
Estas
son los problemas más frecuentes que podemos encontrarnos a la vuelta de esos
días de descanso o salida de la rutina aunque nos parezca sorprendente, lo más
importante es no desesperar pues la solución suele ser lo suficientemente
sencilla como para arreglar la situación y sobretodo no perder las ganas de
volver a ir de vacaciones cuando podamos hacerlo.