Una úlcera
corneal es una abrasión o un defecto en la superficie anterior y trasparente
del ojo conocida como córnea. Es la patología ocular más frecuente en animales
domésticos. Es un proceso doloroso, de ahí que normalmente se manifieste con
signos de parpadeo intenso y lagrimeo.
Las úlceras
pueden ser superficiales o profundas, siendo éstas últimas un peligro potencial
para la integridad del ojo y el mantenimiento de la visión, considerándose por
ello emergencias oculares que requieren con frecuencia de intervención
quirúrgica especializada.
La mayoría de las
úlceras se producen por una causa traumática o mecánica como pueden ser
arañazos, golpes, cuerpos extraños, roce de pestañas anormales, párpados
defectuosos, aunque tembién pueden estar causadas por agentes químicos que
hayan penetrado en el ojo, infecciones o alteraciones de la película lacrimal
(ojo seco).
Los síntomas incluyen blefarospasmo (parpadeo intenso),
incremento de la producción lacrimal (excepto en casos de queratitis seca),
hiperemia conjuntival y en mayor o menor grado edema corneal.
La tinción con
fluoresceína es el método definitivo para diagnosticar y valorar el alcance de
una úlcera corneal. Además también nos permite valorar en forma inmediata la permeabilidad
del conducto
nasolagrimal, debido a que la mancha debe aparecer transcurridos unos minutos en
las fosas nasales, y en la superficie de la lengua (por su paso a través de las
coanas).
Una vez
diagnosticada la úlcera debemos instaurar el tratamiento que va encaminado a
favorecer la regeneración del epitelio corneal, eliminar el dolor y prevenir
infecciones. Para ello se aplicaran los colirios y pomadas oftalmicas
necesarios con una frecuencia variable según la gravedad de la úlcera.
Una úlcera sin
complicaciones debe cicatrizar en unos 7 días, de manera que cuando no es así
hablamos de úlcera indolente o recurrente. En estos casos hay que identificar
qué otros factores están interfiriendo en el proceso normal de curación y
tratarlos o corregirlos a la mayor brevedad posible antes de que la úlcera se
complique peligrosamente.
La causa más común de la no curación de las úlceras o la
recurrencia de las mismas en los perros, son los cambios distróficos de la
membrana basal, muy frecuente en perros
de la raza boxer y west higland terrier, así como en perros de edad media y avanzada. Estos casos requieren un
tratamiento específico con desbridamiento del tejido enfermo y en ocasiones
hasta intervención quirúrgica. El proceso suele tener buena curación, aunque se
puede tardar unos 40 días en lograr la cicatrización.
En gatos, muchas
veces las úlceras indolentes están relacionadas con infecciones víricas a nivel
ocular (Herpesvirus).
Como hemos visto
es muy importante actuar a tiempo en las úlceras corneales para evitar
complicaciones. Por ello si observamos que nuestro perro parpadea en exceso,
tiene secreción ocular anormal o mantiene un ojo cerrado debemos acudir a
nuestro veterinario para instaurar un tratamiento lo antes posible. Nunca hay
que comprar un colirio sin saber si tiene úlcera o no, ni lavar los ojos con
manzanilla, ya que podríamos agravar el proceso.
Para mas información pregunta a tu veterinario
Nos puedes localizar en:
CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA Tlfno: 974226250 Fax: 974226250
Paseo Lucas Mallada, nº 54 HUESCA Tlfno: 974244236 Fax: 974244236
Duele solo verlo.. impresionante.
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