El lento
pero continuo paso del tiempo provoca que alguna vez tengamos que plantearnos
la muerte veterinaria o eutanasia de nuestra mascota. Sin duda, esta supone una
de las decisiones más penosas para una familia provocando angustia y siendo traumático
el momento de tomar la decisión. Ante este trance no hay ninguna pauta ni
modelo fijo que nos marque que hacer sino que debe ser la observación del
animal, el consejo del veterinario y finalmente la opinión del propietario lo
que determina la decisión previa reflexión con calma y con suficiente
información.
La
eutanasia es provocar el fallecimiento del animal con ciertos fármacos de una
manera placida, sin dolor, temor ni ansiedad, para ello en muchas ocasiones se
practica una anestesia reversible antes del último escalón que siempre es
indoloro e irreversible. La ausencia de dolor en el momento de la muerte es la
regla básica de la muerte veterinaria, la medicación debe logar que nuestro
compañero pierda lo antes posible el conocimiento con la condición
indispensable de estar dormido antes de que se produzca el fallecimiento.
Las
causas que nos pueden llevar a tomar esta decisión pueden ser varias y todas
igual de validas:
-
Delicado estado de salud: esto es muy claro en enfermedades agudas
o accidentes en los que se produce un gran daño del sujeto en el que la recuperación
del animal se encuadra en porcentajes de éxito mínimos o prácticamente nulos y
en los que el estado actual se acompaña por lo general de gran dolor y malestar.
Sin embargo, no es tan fácil de ver en enfermedades degenerativas en las que el
deterioro acumulado día a día es muy alto pero no hay un salto brusco del
estado que nos facilite la decisión.
-
Carencias graves propias de la edad: el paso de los años ocasiona
perdidas naturales en las capacidades físicas y cognitivas de la mascota que
limitan su vida hacia un deterioro que decidimos parar.
-
Imposibilidad de tratamiento: algunas enfermedades agudas y otras crónicas
acarrean gastos elevados que las familias no pueden sufragar viéndose obligadas
a tomar una muy dolorosa decisión. Otras simplemente no tienen tratamiento y se
decide no alargar el proceso.
¿Pero
cuando darse cuenta de que estamos ante algún proceso como los mostrados
anteriormente? Es esas circunstancias es cuando su veterinario de confianza
puede asesorarle, el se encargara de facilitarle la decisión aportando todas
las posibles opciones, probabilidades de éxito si se da el caso y aproximación
sobre la evolución dando el máximo de información para que el dueño del animal
pueda tomar la decisión mas adecuada.
En el
caso de animales ancianos es todo un poco mas complejo dado que según razas y
tamaños la edad geriátrica afecta antes o después, de esta forma es mas
evidente en el caso de los perros donde en razas de gran tamaño de mas de 25
kilos un animal se considera senior a partir de los 5 años, uno mediano al
cumplir los 6-7 y otro de raza pequeña con 7-8 años siendo esto ultimo también
asimilable a los gatos. Hay casos en los que se puede llegar sin problemas
reseñables de salud hasta los 15 años o incluso más (sobretodo en razas
pequeñas y gatos), sin embargo, a partir de los 13 años es posible que
aparezcan problemas de salud graves e irreversibles relacionados con la edad
avanzada, acortándose estas edades cuanto mas grande sea la raza. La jovialidad
de un perro/gato anciano puede servir de indicativo para saber que goza de una
buena calidad de vida y que carece de problemas relevantes, por el contrario
cuando un animal mayor esta triste o decaído tal vez se la señal de patologías
mas graves, un examen veterinario le ayudara a determinar la opción mas
adecuada ya que si estas dolencias son irreversibles y hacen sufrir de forma
constante al animal tal vez sea momento de plantear la muerte digna.
Sea cual
sea la razón o motivo del fatal desenlace debemos ser conscientes de la difícil
decisión y meditarlo lo suficiente siendo objetivos al plantear los pros y
contras para tomar el camino mas adecuado en ayuda de nuestro profesional de
confianza y apoyado por el resto de la familia.
Para mas información pregunta a tu veterinario
Nos puedes localizar en:
CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA Tlfno: 974226250 Fax: 974226250
Paseo Lucas Mallada, nº 54 HUESCA Tlfno: 974244236 Fax: 974244236
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