viernes, 30 de marzo de 2012

LEISHMANIOSIS HUMANA






Durante esta semana hemos visto en las noticias de varios medios de comunicación la noticia de un brote de leishmaniasis humana en la localidad madrileña de Fuenlabrada.

Los casos se han disparado de 15 en el año 2009 a mas de cien durante el 2011 lo que ha llevado a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha decidido comenzar una investigación para aclarar el origen del inusual aumento.  Según los datos del boletín epidemiológico de la Comunidad de Madrid, de 15 casos en 2009 se ha pasado a 108 en 2010 y 118 en 2011. Este año 2012 ya se han notificado cuatro casos más.

El foco parece localizado en varios parques, cuyos vecinos y usuarios venían denunciando el incremento de casos desde finales de 2010 y entre febrero y diciembre de 2011.

La enfermedad es habitual en seres humanos en los países en vías de desarrollo, donde la higiene y la sanidad pública no son las adecuadas. Unos dos millones de personas se ven afectadas en todo el mundo, fundamentalmente en África, India y Latinoamérica. Pero en España, a pesar de tratarse de una enfermedad endémica muy extendida entre los perros, los casos humanos suelen ser muy pocos al cabo del año y afortunadamente de carácter cutáneo y leve.

El Ayuntamiento de Fuenlabrada, a instancias de la Comunidad de Madrid, ha intensificado las labores de desinsectación y desbroce habituales en las zonas verdes. También han instalados trampas para atrapar flebotomos y analizar si están infectados por el protozoo. La habitual vigilancia de leishmaniasis en perros también se ha reforzado en los últimos meses en los municipios afectados.

Ante la avalancha de noticias el Colegio de Veterinarios de Madrid ha emitido un comunicado en la que se destaca que el perro no contagia la leishmaniosis directamente a las personas ni a otros animales y la importancia del control sanitario de los animales por parte de los veterinarios clínicos para la prevención y control de la enfermedad..

Para empezar, el Colegio recuerda que se trata de una enfermedad de baja incidencia en la población, a la que son especialmente sensibles, inmunodeprimidos y enfermos crónicos. Si es diagnosticada a tiempo, responde bien al tratamiento. Según datos de la Consejería de Sanidad, en los casos detectados de leishmaniasis humana del tipo visceral no se ha producido ningún fallecimiento. Todos los afectados han respondido satisfactoriamente al tratamiento.

Los expertos consultados, indica el Colegio, han ratificado que las medidas de vigilancia y  control del vector y los reservorios que se están llevando a cabo son las adecuadas, recomendando que los animales estén debidamente desparasitados y controlados sanitariamente por  veterinarios clínicos especialistas en animales de compañía, únicos profesionales capacitados para ello y quienes mejor pueden aconsejar a los ciudadanos acerca de sus dudas e inquietudes respecto a esta enfermedad, sus vías de contagio y su prevención.
Según fuentes de la Consejería de Sanidad se ha informado de la existencia de casos humanos de leishmaniasis visceral en los municipios de Fuenlabrada, Leganés y Getafe, un entorno que, desde los años 60 hasta ahora, ha evolucionado de pequeños municipios de escasa población y ámbito rural a una zona de amplio desarrollo urbano, que ha incrementado su población hasta los 600.000 habitantes y donde las modificaciones urbanísticas han derivado en cambios medioambientales.
Este hábitat, en opinión de los expertos, favorece la multiplicación de vectores (flebotomo) en los municipios citados así como la aparición de posibles reservorios secundarios como la liebre que, en los parques urbanos, ha proliferado significativamente dado que no se ve amenazada por depredadores naturales y se ha convertido en una fuente de alimentación para el mosquito flebotomo, transmisor de la leishmaniasis. De 138 liebres capturadas durante los últimos dos meses, 40 estaban infectadas por Leishmania.
Las manifestaciones clínicas  de la leishmania en las personas se presentan bajo dos formas diferenciadas:

Ø      Leishmaniosis cutánea o Botón de Oriente, caracterizada por la formación de lesiones ulcerativas, únicas o múltiples, de duración limitada e indoloras, habitualmente en zonas expuestas del cuerpo, como la cara y las extremidades. El periodo de incubación es de 2 semanas a varios meses. Requieren tratamiento específico, aunque ocasionalmente curen de modo espontáneo.

Ø      Leishmaniosis visceral o Kala-Azar, enfermedad crónica y de carácter grave con un periodo de incubación variable (generalmente de 2 a 6 meses). Afecta fundamentalmente al bazo, el hígado, la médula ósea y la mucosa intestinal. La respuesta al tratamiento es buena, salvo en pacientes inmunocomprometidos.

En el próximo artículo os daremos algunas recomendaciones para prevenir la enfermedad que se dirigen tanto al vector (flebotomo) como al reservorio (perro).  Tu veterinario es la persona ideal para consultar los mejores métodos de protección contra la leishmaniosis canina para tu perro. 


Para mas información pregunta a tu veterinario

Nos puedes localizar en:

CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA                        Tlfno: 974226250 Fax: 974226250
Paseo Lucas Mallada, nº 54 HUESCA          Tlfno: 974244236 Fax: 974244236
urgencias: 608 03 81 29    
http://veterinariolosolivos.huescaempresas.es


miércoles, 14 de marzo de 2012

LA ARTROSIS



La artrosis es una enfermedad degenerativa progresiva de las articulaciones que afecta principalmente a los animales de avanzada edad.  El cartílago articular se va degradando sin inflamación y la dificultad de su regeneración  afectará a los huesos y a las membranas sinoviales.  Provoca mucho dolor y molestias e incapacidad para moverse.

Esta enfermedad es crónica y progresiva, con lo que la calidad de vida de tu perro se verá cada vez más afectada. La pérdida de movilidad de tu mascota irá empeorando y complicándose con el paso del tiempo.

Aunque es una evolución inevitable de una articulación que envejece y se hace mas frágil algunos factores como la edad, la obesidad y el poco ejercicio  incrementan la probabilidad de padecimiento. Por eso, es preciso detectarla a tiempo y reducir el sufrimiento de nuestros animalitos. Uno de cada cinco perros la padece.

¿Por qué se produce?

Los huesos que forman una articulación no engranan correctamente y el movimiento de esa articulación no será suave, lo cual provoca pequeños traumatismos que al repetirse llegan a romper o dañar el cartílago articular  provocando esas rugosidades u osteofitos. Además, una vez que se inicia el proceso la misma presencia de osteofitos hace que evolucione cada vez más rápido con más dolor que generan  más osteofitos agravando la  artrosis como un círculo vicioso.


Hay predisposición  genética  que provoca que la  articulación se mal desde el   nacimiento o durante el  crecimiento, y causas  adquiridas   debidas a traumatismos, infecciones, procesos autoinmunes, etc. Podemos hablar de artrosis primarias debidas a la edad avanzada de nuestra mascota por el envejecimiento normal de la articulación y el desgaste de los cartílagos.  Normalmente afecta a varios partes del cuerpo a la vez.  La artrosis secundaria es debida a un factor que la desencadena haciendo que la articulación deje de funcionar normalmente.  Traumatismos como esguinces o fractura o distensiones de ligamentos o malformaciones como la displasia provocaran la artrosis.

¿Cómo se manifiesta?

Para empezar hay razas predispuestas como las  grandes, que crecen muy deprisa cuando son cachorros: golden, labrador, pastor alemán, mastines…y  las razas condrodistróficas, que son los bulldog, teckel, basset... y entre los felinos  los persas. En estas razas es fundamental que el veterinario pueda controlar durante el crecimiento la forma de andar, como apoya las extremidades, explorarlo, y si lo considera necesario, indique las pruebas diagnósticas necesarias para evaluar sus articulaciones y proponer el mejor tratamiento posible.

Al principio de la enfermedad, es difícil darse cuenta de que el perro sufre, ya que realiza una vida normal. Pero esa cojera intermitente o ese dolor inicial al levantarse o empezar a moverse empieza a ser cada vez mas seguido y la mascota evitará hacer ejercicio físico y sus movimiento serán mas lentos y cuidadosos.  Las posturas de la mascota cambian y su  facilidad de movimiento disminuye. El hecho de ponerse en pie o tumbarse será algo forzado y los movimientos serán diferentes a los habituales.

Si tenemos dudas  los controles periódicos por parte del veterinario serán la mejor ayuda. Movimientos o formas de andar que nos puedan parecer normales o acordes a su edad, pueden indicar a un profesional que estamos ante el inicio de un proceso que, cogido a tiempo se puede  tratar con éxito.

¿Qué podemos hacer?

Aunque la artrosis no tiene curación si es importante detectarla precozmente para proporcionar a nuestros animales  la mejor calidad de vida posible y evitar que evolucione rápidamente retrasando la degeneración, quitando el dolor y mejorando la capacidad de movilidad.

Los objetivos del tratamiento son aliviar el dolor y disminuir la inflamación lo más pronto posible.  Debemos también mejorar la motilidad de la articulación y aumentar progresivamente el nivel de actividad.  Una vez estabilizada la enfermedad debemos prevenir una mayor degeneración del cartílago articular. 

El control del peso, los alimentos específicos, el ejercicio controlado  nos permite minimizar ese riesgo de la artrosis en las caderas y en otras articulaciones.

Los condroprotectores son los medicamentos mas utilizados porque  protegen el cartílago.    Contienen glicosaminoglicanos que son los elementos que se pierden con la degeneración de cartílago. 

También se utilizan antiinflamatorios no esteroideos o incluso corticoides cuando los síntomas lo exijan normalmente en procesos iniciales o muy cronificados.  La elección de un tratamiento u otro dependeran del grado de afectación de la articulación que sólo la podrá hacer un profesional tras una buena exploración y usando varías técnicas diagnósticas.  Los “alivios” inmediatos que suelen proporcionar  los “consejos” de otros propietarios al utilizar sus medicamentos pueden enmascar la gravedad y el alcance del problema o provocar efectos secundarios en tratamiento largos.

¿Prevenir?

Es difícil hacer una correcta prevención de la artrosis ante la aparición inespecíficas de síntomas pero podemos hacer algunas  actuaciones que seguro prevendrán su evolución.  En los cachorros es importante una alimentación correcta acorde a su edad y tamaño.  El cachorro no debe de hacer ejercicios excesivos hasta que esté correctamente desarrollado sobre todo el los casos de las razas grandes.

En los animales adultos en razas o individuos con predisposición a padecer la enfermedad o alteraciones como displasia de cadera es conveniente aumentar los controles y las vigilancias y hacer revisiones periódicas con el veterinario. 

En los animales de edad avanzada una dieta equilibrada  que evite el sobrepeso y la realización de ejercicio de forma moderada evitarán la aparición del problema.  Podemos utilizar condroprotectores o dietas específicas para ralentizar la degeneración de los cartílagos.

Para mas información pregunta a tu veterinario

Nos puedes localizar en:

CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA                        Tlfno: 974226250 Fax: 974226250
Paseo Lucas Mallada, nº 54 HUESCA          Tlfno: 974244236 Fax: 974244236
urgencias: 608 03 81 29    
http://veterinariolosolivos.huescaempresas.es

viernes, 9 de marzo de 2012

ENFERMEDADES DE LA PROSTATA EN EL PERRO



La próstata es una glándula sexual accesoria de los perros machos cuya función secretora depende de las hormonas sexuales. Se sitúa en la parte posterior de la vejiga rodeando la uretra. Produce el líquido prostático cuya función es transportar los espermatozoides durante la eyaculación. El líquido prostático supone más del 97% del volumen del eyaculado. En condiciones normales, su tamaño estará en función del peso corporal y de la edad.

Por palpación rectal y abdominal conjuntas podremos valorar su tamaño, su movilidad y si hay o no dolor. La ecografía es la mejor técnica para evaluarla y además nos permitirá visualizar otras estructuras próximas como la vejiga y la uretra. La localización, el tamaño y el contorno pueden evaluarse mediante una radiografía, aunque la presencia de estructuras óseas cercanas impide muchas veces una valoración adecuada. Ante la sospecha de una enfermedad en la glándula prostática se deberá hacer un análisis del líquido prostático. Una vez obtenido se hará una citología y un cultivo. 

HIPERPLASIA PROSTÁTICA BENIGNA

Es a enfermedad más frecuente de la próstata en los perros. Es en realidad una modificación que sufre la glándula por su envejecimiento, dando como resultado su aumento de tamaño. Se presenta por lo tanto en perros no castrados (ya que su crecimiento depende de la presencia de hormonas masculinas) y de mediana edad o viejos.
Los perros afectados están de buen ánimo y sin síntomas de enfermedad, pero pueden presentar dificultades para defecar y también para orinar debido a la compresión de la próstata sobre el recto o la uretra. Puede verse también en estos animales goteo de orina o de sangre independientemente al acto de orinar. El goteo de sangre suele estar asociado a la erección.

El tratamiento más efectivo es la castración. Pasados 7 a 14 días de realizada ésta, la próstata reduce en un 70 % su tamaño lo que da alivio notorio a los síntomas. Suele pasar que los dueños no aceptan la castración de su mascota como solución y esto provoca el uso de antibióticos y antiinflamatorios, que dan una mejoría temporal pero no solucionan el problema.

También existen ciertos tratamientos hormonales que reducen el tamaño de la próstata, pero además de tener efectos secundarios, al retirarlos la próstata puede volver a aumentar su tamaño. Por lo tanto el mejor tratamiento en perros no dedicados a la reproducción es la castración.

PROSTATITIS BACTERIANA CRÓNICA

Es el segundo trastorno más frecuente en la próstata de los perros no castrados. Se presenta por la extensión de las bacterias desde la uretra o a través de la sangre.

El perro afectado presentará infecciones urinarias recurrentes, sangre en la orina, secreción uretral purulenta o hemorrágica, tenesmo y estreñimiento. Es muy típico en estos casos que tras la aplicación del tratamiento con antibióticos, y a pesar de que desaparezcan los gérmenes de la orina, al poco tiempo vuelva a presentarse la infección. Esto es debido a que las bacterias persisten en la próstata. Los perros tendrán con mucha frecuencia un goteo constante o intermitente de exudado sanguinolento o purulento del pene, independientemente de la orina.
La prostatitis bacteriana es difícil de tratar, ya que la mayoría de los antimicrobianos llegan mal a la glándula. Aún así, algunos de ellos se han mostrado muy útiles, pero es sumamente importante hacer tratamientos largos, de por lo menos 4 a 6 semanas, aunque los signos clínicos desaparezcan antes. Además la castración facilitará la curación.

CARCINOMA DE PRÓSTATA

Es el trastorno más frecuente en los perros castrados. Se observa en perros después de los 6 años. Se trata de un tumor maligno y las metástasis más frecuentes se presentarán en ganglios linfáticos sublumbares, columna vertebral y pulmones.

Los síntomas clínicos asociados al carcinoma de próstata incluyen hematuria, estranguria (micción escasa y dolorosa), incontinencia, tenesmo, pérdida de peso y falta de apetito.

El pronóstico de estos perros es bastante malo, y el tratamiento consiste en la extirpación de la glándula junto a la castración (en el caso de que no lo esté ya), aunque no esté demostrado que las hormonas sexuales masculinas tengan nada que ver en la presentación de este tipo de cáncer. También puede usarse como complemento al tratamiento la quimioterapia o la radioterapia.

PROSTATITIS BACTERIANA AGUDA Y ABSCESO PROSTÁTICO

No son enfermedades que diagnostiquemos con demasiada frecuencia en los perros. La presencia de abscesos se asocia a veces a la hiperplasia benigna de próstata y a la administración de estrógenos.

Los signos clínicos que se presentarán son fiebre, depresión, vómitos, falta de apetito, anomalías en la marcha y dolor abdominal caudal.

En la prostatitis bacteriana, el tamaño de la próstata es normal, mientras que en el caso de los abscesos suele estar aumentada de tamaño.

Mientras que la prostatitis suele remitir con tratamientos antibióticos, los abscesos requerirán tratamientos quirúrgicos o bien el drenaje del absceso a través de ecografía. La castración en el caso de los abscesos no se ha demostrado útil.

QUISTES PARAPROSTATICOS

La causa de la aparición de este tipo de quistes es desconocida. Son de un gran tamaño y se localizan en la parte exterior del tejido de la glándula. Se suelen diagnosticar cuando por su tamaño chocan con la uretra o con el colon. Cuando producen signos de enfermedad se deben extirpar.


Para mas información pregunta a tu veterinario

Nos puedes localizar en:

CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA                        Tlfno: 974226250 Fax: 974226250
Paseo Lucas Mallada, nº 54 HUESCA          Tlfno: 974244236 Fax: 974244236
urgencias: 608 03 81 29    
http://veterinariolosolivos.huescaempresas.es