jueves, 22 de abril de 2010

CUIDADOS PARA LA OPERACIÓN DE NUESTA MASCOTA


Una de los motivos por los que acudidos a un Centro Veterinario es porque tenemos que operar a nuestra mascota.  En algunos casos la operación deberá ser de urgencia por una necesidad vital para el animal o puede ser programada debida a alguna enfermedad o traumatismo, o por prevenir algún problema. Esto siempre es una situación estresante tanto para usted como para su mascota, pero hay algunos consejos básicos que puede seguir y que harán el proceso lo menos complicado posible haciendo que su mascota se recupere rápidamente. La cirugía puede ser de varios tipos: menor o mayor y dependerá de varios factores cuando puede volver a su actividad normal. 


CUIDADOS PREQUIRURGICOS.

Siempre que sea posible, por no tratarse de una operación de urgencia, el veterinario hará un chequeo previo al animal antes de la cirugía para determinar si existe alguna enfermedad o patología que impida o interfiera con la intervención quirúrgica. Es conveniente que la mascota esté al corriente de los tratamientos de desparasitación y de las vacunaciones.

Además del examen físico puede ser recomendable hacer un análisis de sangre o alguna prueba complementaria como radiografías o ecografías que descarten algunas enfermedades o problemas  latentes, sobre todos en algunos casos: enfermos crónicos, animales muy viejos, etc.

En algunos casos puede que usted tenga que administrar antibióticos a su mascota varios días antes de la cirugía para aumentar su capacidad de lucha frente a la infección o que tenga que cambiar la pauta de darle algún otro medicamento que esté tomando.   

Finalmente el veterinario le dará las pautas de ayuno de comida y agua previos a la intervención, así como cualquier otra recomendación que necesite conocer.  También le hará firmar un consentimiento informado  tras comentarle las ventajas o necesidades de la operación pero también los posibles inconvenientes o problemas que se pueden presentar.  Hay que tener en cuenta que muchas de las operaciones son debidas a procesos patológicos que están afectando a nuestra mascotas con lo que su estado fisiológico no es normal y puede presentar complicaciones.

CUIDADOS POSTOPERATORIOS

Tras la operación nuestra mascota estará débil y mareada.  Su respuesta a nuestra presencia o voz no será normal porque sus sentidos de la vista y oído están alterados.  Hay que tener cuidados a excitarlos o a provocar que se asusten y respondan incluso de forma agresiva.

Aunque parezca que está normal puede tener todavía restos de los tranquilizantes y anestesias sin metabolizar por lo que lo ideal es controlarlo para evitarle posible lesiones.  Lo ideal es llevarlo con una correa corta o en los brazos o si el tamaño lo permite dentro de un transportín desde la clínica a nuestro domicilio.

Debemos de realizar una vigilancia durante las siguientes horas.  Lo mejor es situarla en un lugar confortable y tranquilo sin objetos que la puedan dañar y  controlarla pero sin que note excesivamente nuestra presencia y se excite. Asegúrese de que su cama está limpia, es acogedora y no hay corrientes de aire frío. 

Una vez que veamos que está despierta del todo se le puede ofrecer un poco de agua pero sin forzarla. Hay que tener en cuenta que el veterinario durante la intervención le ha colocado una vía de infusión con suero y la ha hidratado si lo necesitaba.

Si el animal ha tolerado la comida le podremos dar comida en pequeñas cantidades.  Demasiada comida o agua pueden provocar molestias digestivas y vómitos. Si el veterinario le ha prescrito una dieta especial postcirugía debe de seguir con cuidado las atenciones.

No debe de permitir que el perro o gato se moje durante por lo menos una semana hasta después de la cirugía o le hayan quitado los puntos.

Hay que limitar el ejercicio del animal.  Subir escaleras, correr o saltar pueden abrir las heridas o provocar problemas.  Puede realizar paseos cortos y tranquilos.

Hay que revisar y curar la herida diariamente.  Si está sucia puede ser necesario lavarla con algún jabón antiséptico y secarla bien.  También se limpiará con algún antiséptico ose le aplicará alguna pomada con antibiótico o antiinflamatorio según las pautas que nos ha recomendado el veterinario. Los puntos se retiran aproximadamente a partir los 10 días tras la cirugía.  Revise el área alrededor de la incisión diariamente buscando cualquier señal de enrojecimiento, hinchazón o drenado. Si detecta alguna irritación, acuda a su veterinario inmediatamente.

Lo mas probable es que el veterinario le prescriba algún medicamento para adminístralo los días siguientes.  Hay que seguir escrupulosamente las pautas, las dosis y los tiempos prescritos para que los medicamentos cumplan su función.  

Evite que su mascota se lama, muerda o rasque la herida.  Si resulta complicado evitarlos el veterinario no recomendará utilizar un “collar isabelino”.

Recuerde que si el animal no ha comido o nota cualquier signo de dolor, malestar, fiebre o infección de la herida o cualquier comportamiento anormal hay que llamar al veterinario.


Para mas información pregunta a tu veterinario
Nos puedes localizar en:

CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA Tlfno: 974226250 Fax: 974226250
Paseo Lucas Mallada, nº 54 HUESCA Tlfno: 974244236 Fax: 974244236
veterinariaolivos@gmail.com
urgencias: 608 03 81 29        
http://veterinariolosolivos.huescaempresas.es




viernes, 9 de abril de 2010

EL COCHE, ESE MONSTRUO MECANICO




Hoy nos gustaría hablar sobre la relación de nuestros perros con el tan necesario  automóvil. En la clínica diaria muchos propietarios nos comentan angustiados los problemas y quebraderos de cabeza que les da el simple hecho de planificar un viaje, para intentar ayudar a estos, a continuación daremos unos consejos para intentar disminuir las malas experiencias:

-. Lo primero es convertir el coche en un “amigo habitual” del animal, para ello comenzaremos colocando diversos objetos que el perro considere como suyos dentro del mismo y facilitaremos en lo posible la entrada y salida del auto animándole con juegos y premios.

-. Una vez conseguido que la mascota lo considere como una parte más de su hogar habitual comenzaremos a familiarizarle con la vibración propia del motor. Para ello arrancaremos y quedando quietos repetiremos los juegos y premios que permiten al animal entrar y salir con total libertad.

Tras estos dos trucos podremos observar que al animal no le supone ningún trauma subir a ese “cacharro” que huele raro y tiembla, estando entonces preparado para continuar en el proceso de aprendizaje. Advertir en este momento, que algunos animales, especialmente los que hayan tenido experiencia anteriores negativas, pueden negarse en redondo a subir o incluso marearse y vomitar estando el coche arrancado y quieto, ante ello nos inclinaremos por ser pacientes o por aplicar de forma algo más “brusca” el siguiente consejo.

-. Tenemos que conseguir que el vehículo se convierta en el medio para llegar a algo que a nuestro amigo le haga disfrutar, el ejemplo mas sencillo y fácil de utilizar es comenzar a dar los paseos al parque, río, montaña… yendo en coche, así el perro considera que después de subirse y que el auto se mueva se llega a un lugar donde disfruta y lo pasa bien por lo que habremos convertido una relación en principio inocua e incluso negativa en un  refuerzo positivo que es interpretado como el “chollo” que le trasporta a un lugar de ocio, no siendo para nada difícil conseguir que un brinco se suba y mire por la ventanilla ilusionado.

-. Finalmente no debemos olvidar que los perros en los viajes son como los crios, tenemos que preparar el ambiente antes de su entrada, no debiéndoles hacer entrar habiendo mucho calor o haciéndoles subir y bajar en repetidas ocasiones, ademas  necesitan paradas frecuentes en trayectos largos, siendo el máximo recomendado de cerca de dos horas cuando se circula por una carretera en buen estado (autovía, nacional sin mucha curva...) y de hora y media cuando se hace por otras vías. En dicha parada debemos ofrecer al animal agua en pequeñas cantidades y un pequeño paseo para no convertir el trayecto en un trauma inacabable.


Utilizando estos trucos en la mayoría de los casos la relación perro-coche gozara de buena salud, claro esta, cuanto antes empiecen a subirse a un auto mejor será la aclimatación pero no debemos desistir con los animales de cierta edad, pues si bien es cierto que tardan mas en aprender lo acaban haciendo si la paciencia del dueño no se agota antes.

Existen algunos “rebeldes” que por el motivo que sea (traumas, problemas de asociación, miedo en general…) nunca acaban de llevarlo bien y jamás será para ellos una experiencia buena o neutra, en estos casos extremos y cuando ya no queda mas remedio existen compuestos medicamentosos en su clínica veterinaria habitual que modificando la dosis tienen un efecto desde antiemético hasta sedante, según busquemos que el sujeto simplemente no nos vomite o queramos “atontarle-dormirle” para que el viaje sea para el menos duro.

Señalar en ultimo lugar la obligatoriedad de impedir que al animal tenga acceso al conductor en todo momento, para evitar este peligro y cumplir con las leyes existen diversos métodos como redes, verjas metálicas, fijación para cinturón de seguridad, transportin… de los cuales nos informan en nuestro veterinario de confianza.


Ya solo nos queda animarles a que con la llegada del buen tiempo hagamos todas esas escapadas que durante el invierno planeábamos con su animal de compañía no temiendo a las consecuencias del viaje en automóvil para poder disfrutar del destino que elijamos.
Para mas información pregunta a tu veterinario
Nos puedes localizar en:

CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA Tlfno: 974226250 Fax: 974226250
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