martes, 27 de octubre de 2009

EL BAÑO DE NUESTRAS MASCOTAS

EL BAÑO DE NUESTRAS MASCOTAS



Tener un perro o un gato con un pelo lustroso y limpio es muy agradable tanto para nuestra vista como para nuestro olfato. Sin embargo el baño de nuestras mascotas puede ser una de las tareas más difíciles. Es imprescindible además que bañes a tu mascota periódicamente para mantener la higiene en el hogar.

Una de los aspectos que más dudas crea en el cuidado de nuestros “amigos” es la frecuencia con que debes bañarlo. Se dan casos desde el baño casi diario hasta el de la mascota que nos dicen “es que no lo necesitan”. Existen varios factores de los que depende la frecuencia del baño: el tiempo que pasa fuera de casa, del tipo de pelo, tipo de piel... Debemos de tener en cuenta que el pelo es una protección del animal contra el frío, el calor, la humedad y los rayos solares. Algunas razas como los Huskies, los Samoyedos o los Malamutes en sus entornos naturales primitivos el mojarse significaba un gran riesgo de congelación y como consecuencia su muerte.


Cuando se lava un perro hay que hacerlo mojándolo muy bien antes de aplicar los champús. Hay que tener en cuenta que existen varios tipos de pelos: primarios, secundarios y el fino pelo lanoso que en ocasiones cuesta llegar a mojar completamente. Sujétale y comienza a mojarlo con cuidado de que no le entre agua en ojos y orejas que además provocarán que el animal esté continuamente sacudiéndose mojándolo todo.


El champú debe de ser lo más natural posible y con el pH adecuado al de la mascota para que no dañe su piel y que una vez mezclado con el agua haga su función detergente al máximo para evitar malgastar champú, agua, nuestro tiempo y su paciencia.

Después hay que aplicar un buen masaje hasta que aparezca abundante espuma, llegando a la piel limpiando la capa protectora y la epidermis. La epidermis se renueva aproximadamente cada tres semanas de donde viene la recomendación general del baño mensual. Cuando el champú haya realizado su función es conveniente realizar un buen aclarado para evitar dejar restos del jabón que podrían resecar la piel. . Elige un champú especial para perros (si se trata de un cachorro existen productos especiales) y controla la temperatura del agua.

Se puede utilizar un bálsamo que devuelve su capa protectora a la piel y envuelve al pelo con una suave grasa que se absorbe en el acto. Si el perro tenía mucho pelo muerto mientras el bálsamo penetra nos facilitará su extracción. Tras unos minutos actuando se aclara bien y se procede a secar. La utilización de bálsamos impiden que las glándulas sebáceas de piel tengan que producir mucha mas grasa (sebo) lo que ayuda a mantener al perro sano y sin olor, además de evitar que el pelo se quede frágil y se rompa o encrespe con el cepillado.

Para secarle utiliza una toalla o un secador (con el aire templado). Si empiezas a secarle por la cabeza es posible que tenga menos ganas de sacudirse. Mientras lo secamos se va cepillando el pelo en todas las direcciones para que se consiga secar en profundidad. El secado también nos permitirá observar la piel de todo el cuerpo para ver que no tenga parásitos, heridas o dermatitis que precisen tratarse. Si hace un buen día lo mejor es que le des un paseo para que corra y termine de secarse pero teniendo cuidado que no intente rebozarse en cualquier sitio, ya que no reconoce su nuevo olor.

No es aconsejable hacerlo con demasiada frecuencia ya que podrías disminuir la grasa natural de la piel, si lo cepillas habitualmente tardará bastante en volver a necesitar un lavado. Si lo acostumbras desde cachorro se convertirá en algo divertido para los dos. El baño es imprescindible en todas las épocas del año: en verano además refrescará a nuestras mascotas, en invierno mantendrá un pelo sano y lustroso y en las épocas de muda el nuevo pelo saldrá más vigoroso.

Cepillar frecuentemente al perro ayuda a mantener su pelo limpio, libre de algunos parásitos y a mantener la higiene en el hogar. Existen muchos tipos de cepillos dependiendo del tipo de pelo de cada perro.

Por último, si tu perro es de los que odia el baño recuerda que en muchas clínicas veterinarias pueden hacerlo por ti.


CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS

Carlos Malo.

Raúl Cajal.

Natalia Calvo.

Sergio Lanuza.