Foto: Dominique
Leyva
El origen del perro es el lobo. Pero este paso que parece
sencillo si profundizamos es más complejo que lo que parece a simple
vista. Como evolucionó un animal para
pasar de ser una amenaza o un competidor para cazar a convertirse en el que
muchos consideran su mejor amigo. El Perro
por su inteligencia o fidelidad, se ha ganado el lugar más cercano al
ser humano. Tanto que no sólo es el mejor amigo de hombre, sino que muchas personas
lo consideran su único amigo. No existe compañía más leal ni guardián tan feroz
y desinteresado como el perro.
Una investigación internacional en el que participa el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han establecido una nueva teoría sobre la domesticación de
los perros por comparación de análisis genéticos de fósiles de cánidos con los
de los perros actuales.
DOMESTICACION DEL
PERRO
Se han propuesto varias teorías sobre la domesticación del
perro salvaje pensando que se acercó a los asentamientos del hombre de
la Edad de Piedra para consumir las sobras de sus comidas. A partir de
entonces se fue integrando en la vida
de estos hombres cazadores, ayudándole en la caza o cuidando de sus pertenencias.
La arqueología y la
información genética nos presentaban pruebas de la asociación de la especie
humana con los perros desde unos
13.000-14.000 años en Asia. Este origen
de los primeros perros domesticados, situado en China y Oriente Medio, se
vinculaba al comienzo de las prácticas agrícolas que habrían atraído a los lobos
a las zonas en las que se asentaban los humanos, dando comienzo a las primeras
interacciones entre ambos. Los fósiles de perros más antiguos que se han
encontrado en Oriente Medio y el este de Asia tienen unos 13.000 años de
antigüedad.
Pero nuevos análisis genéticos han cambiado esta teoría y
según las investigaciones realizadas por Olaf Thalmann, de la Universidad de
Turku (Finlandia), los primeros
vestigios de la domesticación de los perros los encontramos en los
cazadores recolectores que vivían en el territorio que hoy es Europa hace casi
30.000 años. El hombre de aquellos tiempos era nómada, luchaba
por sobrevivir diariamente en un ámbito hostil recolectando frutos y
cazando.
Los restos
arqueológicos y las nuevas técnicas para secuenciar el ADN antiguo que ahora
están disponibles han permitido establecer que la domesticación se produjo
antes de lo que se había establecido y ocurrió en Europa. Según proponen, los
cazadores recolectores, que se alimentaban tanto de plantas salvajes como de
los animales que cazaban, habrían sido los que empezaron a relacionarse con
ellos. Quizás esos lobos o ancestros de los perros se acercaban a los humanos
porque podían alimentarse de los restos de los cadáveres de animales que los
cazadores dejaban atrás.
A partir de ese momento, estas especies domesticadas
probablemente se extendieron a otras zonas del planeta, como América, al mismo
tiempo que lo hicieron los primeros
humanos. El análisis genético de los
fósiles de tres perros precolombinos muestra un origen común con los perros del
Viejo Continente.
La agricultura provocó grandes cambios en el proceso de
domesticación, pero lo nuevos datos demuestran que ese proceso empezó mucho
antes. La domesticación fue un proceso
continuo y largo y aún continua en
nuestro tiempo más que un evento
temporal concreto.
Para llegar a esta conclusión, compararon el ADN
mitocondrial de 18 fósiles de cánidos procedentes de cuevas y yacimientos de
Bélgica, Rusia, Argentina, EEUU, Suiza, Alaska y Alemania, así como información
genética de 20 lobos actuales de Eurasia y América.
Los fósiles más antiguos eran los encontrados en Bélgica y Rusia. Dos de los tres fósiles belgas
analizados pertenecen a lobos prehistóricos (de 30.000 y 26.000 años
respectivamente) y otro a un animal prehistórico (de 36.000 años de
antigüedad), conocido como el perro de Goyet. Los científicos creen que tanto
este ejemplar como otro hallado en la cueva Razboinichya de Rusia (de 33.500
años) podrían representar episodios de domesticación que no llegaron a culminarse. En estos casos los científicos no se ponen
de acuerdo en su clasificación como perro o como lobo. Los análisis lo clasifican como un grupo
hermano a los perros y lobos modernos, en vez de un ancestro directo de ellos.
La hipótesis que se establece es que
sea un proceso de domesticación abortado (sin rastro genético en perros
actuales) o una población de lobos fenotípicamente diferente a los actuales y
no reconocida previamente.
No se pudieron
analizar los restos encontrados en Asia. Si se
tuvo acceso limitado a dos
muestras de Israel y no se lograron secuencias mitocondrial.
Los análisis genéticos revelaron que los perros modernos
están estrechamente vinculados con los cánidos prehistóricos cuyos fósiles
fueron desenterrados en Europa. Este parentesco es mayor que el que existe
entre los cánidos prehistóricos europeos y los lobos asiáticos, lo que
mostraría que el origen de los perros está en la domesticación de los lobos de
Europa y no de Asia.
El perro fue la primera especie domesticada así que entender
el proceso es importante para comprender nuestra propia historia y cultura.
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