Los animales de
compañía comparten nuestra vida sin que obtengamos de ellos ningún beneficio
económico, estos animales además necesitan que les dispensemos cuidados y los
alimentemos. La humanidad desde que se tiene conocimiento de la historia ha
mantenido a su lado este tipo de animales ¿Por qué mantenemos a nuestro lado
animales que nos ocasionan trabajo sin beneficio aparente? Porque dan sentido a
la vida, nos hacen sentirnos útiles y queridos. Los perros no juzgan, no
discriminan, no preguntan... viven el momento presente.
Con
frecuencia los propietarios de un perro admiten que acariciar, pasear o jugar
con su mascota les hace experimentar efectos positivos en su estado de ánimo.
Creen que esto es algo subjetivo, pero la ciencia está demostrando que nos
encontramos ante hechos objetivos. Existen datos científicos de que los
animales domésticos nos ayudan a superar el estrés y que al acariciarles el
contacto físico con ellos mejora nuestro estado fisiológico provocando cambios
que se pueden medir, como disminución de la presión arterial o el ritmo
cardiaco.
La
disminución de los sentimientos de depresión, soledad y aislamiento y la
reducción de la ansiedad serian ya suficiente motivo para tener un perro, pero
además la necesidad de sacarlos a pasear contribuye a mejorar nuestro estado
físico al forzarnos a realizar ejercicio.
Las relaciones
entre las personas pueden ser complejas e impredecibles, en cambio los animales
proporcionan una fuente de sosiego y un foco de atención. Hacen que nos
sintamos seguros y aceptados incondicionalmente. Para los grupos de personas
desfavorecidas que se sienten vulnerables a causa de sus circunstancias o de
sus condiciones físicas y/o emocionales, esta aceptación plena es clave.
Un paso más allá
de las ventajas que nos da cualquier perro con el que compartimos nuestra
existencia son los perros de terapia.
Perros que en sesiones controladas y en la mano de un terapeuta trabajan
aspectos concretos. La terapia asistida con animales proporciona interacciones
positivas entre un ser humano y un animal. Incorpora el talento y las
características de un animal de terapia en un entorno terapéutico para
facilitar la recuperación de la persona que busca ayuda tanto física como
mental o emocional.
La terapia asistida
con perros está destinada a niños con necesidades especiales, personas con
discapacidad física, psíquica o sensorial, tercera edad, personas en riesgo de
exclusión social y personas que sufren violencia de género o maltrato de otro
tipo.
Los objetivos pueden estar
relacionados con aspectos físicos (mejorar la movilidad, el equilibrio y las
habilidades motoras finas y gruesas), o con la salud mental (potenciar la
autoestima, reducir los niveles de ansiedad,
aumentar la capacidad de concentración y atención, reducir la sensación
de soledad).
Por ejemplo, en las
residencias de ancianos, la visita de una mascota puede ser simplemente algo
que se sale de la rutina. Para otros, puede ser profundamente memorable; pueden
hablar de la experiencia durante varios días. Algunas personas evitan el
contacto humano, pero en cambio, sí hablan con las mascotas. El animal sirve de
puente para comunicarse con los
demás. En algunos casos, la mascota despierta recuerdos gratos. Los
ancianos se motivan para salir de sus habitaciones, son físicamente más activos
y así mismo, tienen contacto con otros residentes. Se ha demostrado que
uno de los problemas que más sufren los ancianos, es la soledad. Por eso uno de
los objetivos es dar cariño a través de los perros, para así disminuir el
sentimiento de soledad y aislamiento. La terapia con perros, también aporta
unos beneficios físicos. El simple hecho de acariciar al perro, provoca un
relajamiento, lo cual se traduce en una disminución de la presión arterial. Además
de los movimientos del brazo, la mano y otras partes del cuerpo, que se ven
obligados a realizar para acariciar a los perros, durante las sesiones de
terapia. Estas acciones obligan a realizar unos movimientos, a estirarse, a
volverse...
En la actualidad,
el uso de animales con fines terapéuticos es cada vez más frecuente a medida
que se van realizando estudios para constatar los numerosos efectos
beneficiosos del vínculo entre el ser humano y los animales.
Para mas información pregunta a tu veterinario
Nos puedes localizar en:
CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA Tlfno: 974226250 Fax: 974226250
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