El deseo de poseer animales de
determinadas características o razas puras ha hecho que aumenten las
solicitudes de inseminaciones artificiales en las clínicas veterinarias
buscando un embarazo en aquellas hembras que en ocasiones no toleran la monta
natural o por la dificultad de situar al mismo tiempo y lugar ambos canidos.
No es una técnica nueva, la primera
inseminación veterinaria con semen fresco, la técnica mas frecuente, se hizo en
una perra de raza Spaniel en 1780. Si bien en los últimos tiempos las técnicas
han ido evolucionando aumentando las
ocasiones en las que se utiliza semen refrigerado, congelado o incluso muestras
obtenidas de animales fallecidos recientemente.
Lo primera es localizar a la hembra y
el macho que se quieren cruzar, estudiando sus historiales veterinarios con el
objetivo de no perpetuar lesiones genéticas que puedan tener los padres o
aconsejar distintas vacunas ante casos de abortos, malformaciones… Una vez
hecho este sencillo pero importante paso hay que buscar el momento oportuno,
este suele ser al final de la época de sangrado del ciclo cuando un profesional
mediante un frotis vaginal puede localizar el momento ideal para el proceso,
siendo clave para el éxito dicho momento pues dura pocas horas, entre 12-48 y
hacerlo antes o después disminuye enormemente las probabilidades de éxito.
Tras localizar la fase del ciclo se
pasa a la obtención del esperma del macho, este debe haber sido estimulado
previamente, para ello es muy útil dejarle con la hembra aunque no se permita
la monta natural, así aumentara la producción del mismo y con los medios
suficientes de esterilidad y teniendo cuidado de no lastimar al macho el
profesional lograra la muestra seminal que posteriormente será utilizada.
La muestra en los casos de
inseminación en fresco, no requiere mas preparación que la de comprobar que
todo esta en orden, viendo morfología y cantidad suficiente de espermatozoides
para después mediante una sonda vaginal pasar a introducir la muestra en la hembra.
Es este quizá el paso mas delicado pues hay que conocer la anatomía del animal
muy bien para no herir las mucosas y generar problemas que pueden acabar
incluso en el quirófano teniendo que extirpar alguna zona del aparato
reproductor por piómetras, laceraciones… Estas precauciones debemos tenerlas de
igual forma con la muestras congeladas o refrigeradas, cambiando solamente los
protocolos de manejo de las mismas antes de aplicarlas.
Según el momento que se haya decidido
para la inseminación, marcado por el frotis vaginal, se puede repetir el
proceso a las 12, 24 o incluso 48 horas, teniendo mas probabilidad de éxito
cuanto mas completo sea todo el proceso iniciado con la determinación del buen
momento del ciclo de la hembra y pasando por la buena obtención y aplicación de
la muestra del macho.
Esperamos haberles abierto la
curiosidad para conocer este tema en el mundo animal, no duden en ponerse en
contacto con su veterinario de confianza para solucionar las dudas y elaborar
un protocolo adecuado a su caso si fuera de su interés, debiendo tener
muchísimo cuidado de no hacerlo sin las medidas y conocimientos apropiados pues
se pueden causar daños irrecuperables.
Para mas información pregunta a tu veterinario
Nos puedes localizar en:
CENTRO VETERINARIO LOS OLIVOS DE HUESCA
Calle Teruel, nº 37 HUESCA Tlfno: 974226250
Paseo Lucas Mallada, nº 54 HUESCA Tlfno: 974244236
urgencias: 608 03 81 29
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